Esa determinación de Pedreira fue recurrida por alguna de las partes y, en el mes de septiembre, estalló en medios judiciales un cierto estupor al conocerse que el magistrado  decidía archivar el caso porque, según él, las pruebas en su poder eran insuficientes. No es lo mismo evidentemente inhibirse a favor de la Audiencia Nacional que archivar el caso. Todos estos movimientos benefician a los acusados, imputados, implicados o presuntos delincuentes. Ganan, por un lado, tiempo. Y, por el otro lado, puede suceder que los delitos se consideren prescritos. Quid prodest, por consiguiente?

Laberinto maldito y burocratizado
Los episodios referidos tienden a confirmar lamentablemente que, con demasiada frecuencia, la justicia en España se convierte en una especie de laberinto maldito, burocratizado y sin apenas salida. En lenguaje coloquial podría afirmarse que los administradores de la justicia pierden demasiado tiempo mareando la perdiz.

Corrupción denominada gürtel
¿Cómo la ciudadanía puede entender que, en relación a la corrupción denominada gürtel, el juez Baltasar Garzón haya sido el primer y único  condenado hasta ahora como consecuencia de este affaire y, en cambio, Bárcenas, Merino y Galeote –entre otros políticos del PP que se encuentran en situaciones parecidas- siguen más o menos eludiendo, por acción u omisión,  el peso de la ley?

Bárcenas,  Rajoy y su núcleo duro
Sea como fuere, lo cierto es que Bárcenas y sus escoltas asimismo imputados han tenido que regresar, demandados por la justicia, y serán juzgados por  la Audiencia Nacional.  El extesorero, como se sabe, fue protegido por Mariano Rajoy, siendo aún presidente del PP. Le ayudaron o respaldaron también Javier Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. O sea, prácticamente el núcleo duro de la dirección del PP. Se acogieron los amigos/as de Bárcenas a la presunción de inocencia.

Una jueza con perfil partidista
Pero el Partido Popular, en el asunto de los eres de la Junta de Andalucía, se ha olvidado de la presunción de inocencia. Una jueza -con perfil partidista y escorada más bien a la derecha- ha ido rastreando el presunto delito con ocasión y sin ella. Y, en todo caso, conviene recordar que no ha habido en el affaire de los eres andaluces todavía sentencia y menos aún firme. Repitámoslo, Majestad: “La justicia en España no es igual para todos.”

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM