Algunos, como Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP, se dedica estos días a descubrir peligrosos periodistas de TVE que, válgame Dios, tienen una posición “ideológica”. Son  gente de no fiar la que pulula por la televisión del Estado. Fueron, sin embargo, detectados de inmediato por el eficaz camarada Floriano, quien los describió como “responsables políticos” de TVE. Estuvo fino este dirigente popular al señalarlos “más como unos servidores de intereses concretos que de intereses generales”.

Otro camarada es el portavoz del PP en la Comisión de Control de RTVE, Ramón Moreno, que advirtió urbi et orbe al personal que “seguiremos vigilantes, denunciando las tropelías informativas que como hoy ocurren, y apostando por el tratamiento informativos plural, veraz e independiente”.

Sí, señor. Moreno tiene razón, mucha razón. Los empleados de RTVE deberían hacer cursillos urgentes en FAES para que aprendieran a que una televisión como TVE y  una radio como RNE  deben funcionar siempre en clave “plural, veraz e independiente”. ¡Cuánto tendría que aprender semejante gentucilla que viven de la sopa boba que pagamos entre todos los españoles de bien! ¡Qué fácil les seria si se fijasen en las pautas de Telemadrid o Canal 9! ¡Qué fácil les sería ir a clase y ver con interés cómo eran aquellos telediarios de Buruaga y, más tarde, de Urdaci!

Pero ellos siguen incrustados en sus vetustas ideologías: el marxismo, la lucha de clases, las iglesias ardiendo, los curas asesinados, la COPE en la hoguera socialdemócrata. Hemos de felicitar al camarada señorito don Alfonso Ussía, colaborador de La Razón y  conservador como Dios manda, el cual ha difundido una frase para la historia de España, según la Real Academia de la Historia,  institución noble que no se deja llevar por la demagogia de la izquierda y que continúa sosteniendo que Francisco Franco era un estadista pelín autoritario, pero que salvó a España de los comunistas.

Salvemos a TVE de una vez por todas de los rojos. Y que entienda Rajoy, el mago del déficit, futuro Premio Nobel de Economía, que cuando TVE transmita el acto de entrega de tan merecido premio, no han de introducir en la transmisión miserables contenidos de huelguistas resentidos. Lo dicho, don Alfonso: “Una cosa es la buena educación y el respeto a los profesionales y otra ser un gilipollas”. Incluso, si nos lo permite, es usted demasiado bondadoso cuando subraya “el respeto a los profesionales”. No son profesionales, Sr. Ussía. Son comunistas disfrazados de caperucita roja. Sí, sí, ¡roja!