La crisis, entre otros muchos efectos de carácter negativo profundo, provocó la caída del Gobierno de Irlanda. Cayó el Gobierno británico laborista. Cayó el Gobierno socialista en Portugal. En Grecia se hundió primero el Gobierno conservador, Lugo se fue al garete  o a la deriva el Gobierno socialista. Hubo un remodelación  y fue elegido un primer ministro tecnócrata. En Italia, el incombustible Silvio Berlusconi dejó de ser –a pesar suyo- primer ministro, cargo que ahora ostenta Mario Monti otro elegido tecnócrata.

Merkel pierde fuelle
Ángela Merkel se tambalea porque desde dentro de su propio partido hay malestar por el asunto de las ayudas o rescates a Grecia. La democracia cristiana alemana teme perder el poder. La economía más poderosa de Europa ha perdido fuelle. Nicolás Sarkozy no las tiene todas consigo para repetir mandato. Por algo el número 1 del partido Socialista francés, Hollande, dedicó su apertura de campaña atacando a los mercados, sus principales adversarios. Los mercados son sinónimo de crisis y la inmensa mayoría de los ciudadanos repudia un sistema cada vez menos democrático y menos defensor del Estado del Bienestar.

El gordo de la lotería
Al PP la crisis le trajo como regalo el gordo de la lotería. Pero en la actualidad ese gordo comienza a volverse contra los populares. La opinión pública ha mostrado en varias ocasiones ya su indignación contra el Gobierno Rajoy. Las concentraciones y manifestaciones han sido últimamente la expresión de una indignación colectiva que va in crescendo.

Demasiado fácil, demasiado tosco
Era muy fácil criticar constantemente a los socialistas y convertirlos en culpables. Demasiado fácil, demasiado tosco. Las encuestas demuestran que muchos de los recientes votantes del PP andan cada vez más enojados. Sobre todo, sucede que los durmientes o desengañados socialistas han comprobado que es peor el remedio -del que se jactaban populares como el mismísimo Aznar y el propio Rajoy- que la enfermedad.

El aliado más eficaz
El más eficaz de los aliados de Rajoy fue la crisis. Pero la crisis sigue generando desastres y arremete también contra el Gobierno de la derecha. Dentro de menos de un mes se abrirán las urnas en Andalucía y en Asturias. El PP parte como favorito en estas elecciones. Sin embargo, ni los resultados están todavía escritos ni  resulta  imposible que haya sorpresas. La crisis, manipulada de forma torticera por el PP, hurtó al PSOE de su triunfo.

El único mérito
Sería justo, pues, que los votantes restituyeran a los socialistas  las victorias que  la derecha robó. El único mérito de Rajoy consistió en coaligarse con la crisis para derribar a la izquierda, en no hacer nada y en fumarse un puro. Ésta es la verdad que niega Rajoy y su pandilla de palmeros.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM