Tal vez hayan hecho bien en no asistir al Congreso Nacional del PP ni Francisco Camps ni Ricardo Costa. Hubiera sido todo un momento incómodo oír de boca del actual presidente de la Generalidad valenciana, soflamas sobre la honestidad de los miembros del partido y exaltaciones para que se eliminen de la vida política cualquier duda de comportamiento no ético.

"No sólo debemos ser honestos, también debemos parecerlo"
Hoy ha sido la jornada donde Fabra ha querido marcar distancias de los ocurrido hasta ahora en el gobierno que él preside. Un Fabra que no posee las riendas del partido en Valencia ha encontrado el foro adecuado en Sevilla, ante los miles de compromisarios del PP nacional y toda la plana mayor de su formación para desmarcarse de lo ocurrido. En realidad Fabra, ha querido hacer hoy méritos para hacerse con el poder de su organización.

Un Fabra libre de ataduras
Tras el largo proceso judicial vivido por los ex dirigentes del PP valenciano y los que se avecinan sobre el caso "Gürtel", los casos "Brugal" y "Emarsa", la imputación de Carlos Fabra, Ripoll, la alcaldesa de Alicante etc... Fabra ha aprovechado la ocasión para presentarse como distinto a todo esto. La fotografía del momento hubiera dado para más de una portada si hubiera estado presente Francisco Camps. Ausentes del congreso por tanto, el ex presidente de la Generalidad y el ex secretario provincial del PP valenciano, Alberto Fabra, ha quedado libre de ataduras para poder explicar la responsabilidad que tiene el PP, como principal partido de España, de limpiar la imagen de la política. Ello lo ha culminado con la frase "no sólo debemos ser honestos, también debemos parecerlo".

"Somos gente honrada"
Fabra, uno de los redactores de la ponencia sobre los estatutos aprobada hoy por unanimidad en el Congreso del PP, ha tomado la palabra ante el plenario para abogar por normas claras de "ejemplaridad y transparencia".
"Sin complejos, con la cabeza muy alta, sabiendo que somos un partido de gente honrada y comprometida, debemos autoimponernos unas rigurosas normas de funcionamiento ético y moral, ha manifestado.

Ejemplaridad y transparencia
El PP, ha continuado, no se puede permitir decepcionar a los millones de personas que han depositado su confianza en él y, por ello, no debe aceptar otro comportamiento que no sea "el de la máxima corrección, la máxima ejemplaridad y la máxima transparencia", con una militancia "recta y con principios".