Las responsabilidades políticas
El ‘caso de los trajes”, por tanto, queda cerrado en su primera instancia. Ahora, lo más probable, es que la fiscalía u otros recurran ante un tribunal superior, lo que es más que factible dado, como se ha comentado, que los dos acusados han sido declarados tan sólo “no culpables”.
En este sentido hay que recordar que durante el juicio todos aquellos que han seguido las sesiones pudieron escuchar a Camps, en las grabaciones policiales, cómo llamaba “amiguito del alma” a un inculpado por un caso de corrupción sin parangón en la historia política de la democracia en España, el caso Gurtel. El mismo individuo, Álvaro Pérez, ‘El Bigotes’, al que la mujer del propio Camps le decía que “te has pasado con mis regalos”.
El caviar y los enchufes
En las mismas escuchas se escuchaba cómo los responsables de la Gurtel valenciana, Francisco Correa, Pablo Crespo y el propio ‘Bigotes’ recibían peticiones por parte de altos cargos del PP dentro de un amplio abanico que incluía desde “caviar” hasta ayudas y movimiento de influencias para conseguir mejorar en sus carreras políticas.
Los trajes no son el fin, la correa tiene mucha más tela
Además, no hay que olvidar lo que desde el principio se dijo y en el PP, tanto en Génova como en Valencia, conocen muy bien, que ‘los trajes’ no han sido sino el primer paño, pero que hay mucha más tela en esta historia que apunta a una supuesta financiación irregular del Partido Popular.
De momento, fiscalía y policía siguen investigando la posible malversación de cientos de millones de euros por parte de la Generalitat valenciana y otros organismos de la Administración local, controladas por el PP. Y que Camps y Costa son sólo dos de un número mucho más alto, por encima de la docena, de altos cargos imputados en estos casos.
