La reforma anunciada hoy propone quitar a las menores de 16 y 17 años la posibilidad de abortar sin necesidad de consentimiento paterno. Este derecho, creado por el Gobierno de Zapatero, sólo ha sido ejercido por 151 menores de las 1.186 que han abortado desde julio de 2010 a octubre de 2011, es decir un 13%.

Retroceso inaceptable
Alfredo Pérez Rubalcaba cree que la reforma de la Ley del Aborto supondrá volver a la norma de 1985, algo que representa "un retroceso inaceptable para las mujeres". Así se ha expresado el presidente del grupo socialista en el Congreso de los Diputados a través de la red social Twitter.

Vuelta al franquismo
La presidenta de la FAMSP, Ana María Pérez del Campo, ha asegurado que la reforma anunciada por Gallardón supondrá "un aumento del turismo abortivo y de la clandestinidad". Pérez ha asegurado que "volverán los vuelos a Londres, a Portugal y a Francia, como antaño, o peor aún, las mujeres recurrirán a la clandestinidad nacional, que tantas vidas ha costado". "Cada vez nos aproximamos  más al franquismo", ha añadido.

Responsables, pero no para todo
Por su parte, Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, ha subrayado que las menores de 16 y 17 años hoy ya deciden "cuestiones vitales" como donar un órgano o casarse -incluso a edades inferiores-, pero "no se  les quiere dejar poner fin a un embarazo no deseado, algo que también puede afectar a estas jóvenes para el resto de su vida".

"Erradicación absoluta del aborto"
En el otro extremo, las asociaciones autodenominadas provida tampoco se dan por satisfechas, puesto que su intención era que se derogase la actual ley, que recoge el aborto como un derecho. Derecho a Vivir ha exigido al Gobierno "más concreción" y, aunque valora que por primera vez la legislación sobre el aborto se cambie "para que sa más restrictiva", recuerda que su meta es "la erradicación absoluta del aborto".

"Chapuza"
El Instituto de Política Familiar (IPF) ve el anuncio como "un paso positivo en la dirección adecuada" pero lo califica de "insuficiente" porque "parece plantear una vuelta al sistema anterior", que tampoco gusta a este grupo. Por su parte, el coordinador general de la Asociación para el Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC), ha tachado la futura reforma de "chapuza, tomadura de pelo y decepcionante".