En junio de 2009, Francisco Monterde Ferrer fue designado para instruir la rama del caso Gürtel asumida por el Tribunal Supremo, que afectaba al entonces tesorero del PP, Luis Bárcenas, y al diputado popular Jesús Merino, por un delito de cohecho y de fraude fiscal. Fue un nombramiento muy polémico porque el magistrado llevaba más de 25 años sin realizar una investigación judicial. En el aire estaba su clara vinculación con el partido de los dos acusados.

Cercano al Opus Dei
Miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura y muy cercano al Opus Dei, desarrolló toda su carrera en Valencia hasta acceder al Consejo del Poder Judicial respaldado por el PP.

Recusado por falta de imparcialidad en la causa del franquismo
Francisco Monterde ha sido uno de los jueces que más se ha implicado en la otra causa que el Tribunal Supremo lleva contra Baltasar Garzón, por su investigación sobre los crímenes del franquismo. Fue uno de los jueces que aceptó la querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias y también de los que rechazaron el recurso de Garzón. Se declaró competente para juzgarle, pero la Sala de lo Penal aceptó su recusación por falta de imparcialidad objetiva. Este martes, el juez suspendido de la Audiencia Nacional se sentará en el banquillo por esta causa.

El director del parque de Hoces del Cabriel
La vinculación de Monterde con el Partido Popular no termina en su historial profesional vinculado a ese partido. Su hijo, Francisco Monterde Cones, es un alto cargo en la Comunidad Valenciana, nombrado por el Gobierno de Francisco Camps director del parque natural de Hoces del Cabriel.

Un cargo de confianza del PP valenciano
En septiembre pasado, fue uno de los directores que se salvaron de la reestructuración llevada a cabo por la conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, debido a la crisis. La Generalitat le ratificó en el puesto, en medio de críticas del partido socialista. El portavoz de la Función Pública en las Corts de este partido, Rafa Rubio, calificó de "un insulto" a los valencianos que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, "haya colocado a dedo a diez afines nombrándolos personal eventual para dirigir los parques naturales, y quiera despedir a funcionarios con experiencia y profesionales cualificados de la administración autonómica para ahorrar".