Tras jactarse de ser un defensor de las libertades, Cosidó subrayó: “Es esencial que el Partido Popular mantenga alta la bandera de la libertad en este momento. La libertad es el valor supremo y la seña de identidad del PP. Sin libertad no hay seguridad, sino tiranía. Sin libertad no hay justicia, sino arbitrariedad. Sin libertad no hay progreso, sino miseria”.

El PP, siempre al lado de la libertad
Y añadió: “El Gobierno socialista está recortando las libertades en España. Lo ha hecho con su afán prohibicionista. Lo ha hecho con su intervencionismo de las conciencias. Lo ha hecho limitando la capacidad de elegir de los ciudadanos. Un Gobierno del PP debe servir para ensanchar esos espacios de libertad.” E incluyó esta otra perla: “Los regímenes totalitarios intentan controlar Internet porque saben que hoy es su principal amenaza. También el Gobierno español hace esfuerzos por subyugar la Red con medidas como el cierre preventivo de páginas webs. El PP debe estar siempre al lado de la libertad”.

Radical “sin complejos”
A nadie que observe la política española con cierto rigor puede asombrar esa catarata de tan gravísimas como falsas acusaciones, formuladas por Cosidó contra el Ejecutivo socialista, describiéndolo entre tiránico y totalitario, según hemos trascrito literalmente. Este neocon se halla en la órbita de FAES a través del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES). Es un radical “sin complejos”, que diría su admirado José María Aznar.

Dardos envenenados contra Rubalcaba
Se ha pasado la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero lanzando dardos envenenados contra el Ministerio de Interior, regentado por Alfredo Pérez Rubalcaba. Cada avance en favor del fin de ETA, conseguido por Rubalcaba y su cúpula policial, Cosidó y sus correligionarios lo convertían en poco menos que un crimen de lesa patria. Hicieron del estólido caso faisán otra plataforma para desacreditar a Rubalcaba, al que presentaban –en medio del éxtasis de la caverna mediática- como el amigo o protector de ETA.

Muy allegado a Rajoy
Pues bien, y como es sabido, Cosidó ha sido nombrado director general de la Policía Nacional. En ELPLURAL.COM nuestro compañero Sergio Colado ha ofrecido una información intachable en torno este asunto que, desde luego, no es menor, sino todo lo contrario. Quien lo ha nombrado ha sido el nuevo ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, muy allegado a Mariano Rajoy.

Importantes declaraciones
El 23 de diciembre, y constituido ya el Gobierno popular, Fernández Díaz, una vez tomado posesión de su cargo ministerial, hizo unas importantes declaraciones. Dijo: “Me consta que el Ministerio de Interior en ningún momento ha dejado en suspenso el Estado de Derecho (…) Que lo sepa todo el mundo. La gestión del final de ETA se ha llevado de manera ejemplar”. Pero poco después, Fernández Díaz entregaba la dirección de la Policía Nacional a Cosidó cuyo criterio sobre el Ministerio de Interior, con el PSOE gobernando, es exactamente distinto al difundido por su jefe inmediato superior. ¿Alguien nos puede explicar estos paranoicos botes y rebrotes? Cosidó se ha cepillado la cúpula policial de Rubalcaba y parece que continuará en breve cortando cabezas. Alega que los jefes policiales han de ser apolíticos, manda huevos que lo diga él.

Cavidades peligrosas
¿Nos podría explicar, pues, Sr. Cosidó, qué hacían “dos destacados profesionales del Cuerpo Nacional de Policía”, participando en la wiki-convención del Partido Popular, celebrada en Sevilla hace 11 meses? Este hecho ratifica ni más ni menos, una evidente voluntad de giro a la derecha de la policía. Y lo que se está fraguando ahora mismo es la politización conservadora, monda y lironda, de la Policía en manos del PP. Y es que hay que tapar con urgencia agujeros como gürtel y otras cavidades peligrosas para el Gobierno Rajoy, el supuesto moderado.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM