El actual presidente del Gobierno –responsabilidad máxima a la que llegó gracias a  pactar no ya con el diablo, sino con la crisis- es simplemente un político falsario. Cuatro días antes del 20-N, declaró a El País: “Yo no voy a subir impuestos”. Así ganó el PP las elecciones. Embaucó a la ciudadanía. Engañó a la mayoría de españoles. Rajoy vendió humo a sabiendas.

Proclamaban de forma constante Rajoy y sus palmeros mediáticos que, una vez desapareciera José LuisRodríguez Zapatero del escenario, la crisis se terminaría y España volvería a ser un edén como lo fuera –repetían los loritos populares, adecuadamente amaestrados- con el PP de José María Aznar durante dos legislaturas consecutivas.  La segunda, también con mayoría absoluta.

Todo esto es una estafa electoral de inmensas dimensiones. El PP descubre ahora la gravedad de la crisis, señala acertadamente ELPLURAL.COM. Sostuvieron, mientras tanto, los estafadores que el malo de la película era el PSOE de Zapatero y luego el de Rubalcaba. La derechona fue movilizada para evitar que el malvado ZP aumentara el IVA. La bandera de la rebelión en contra del IVA  la exhibió la neoliberal lideresa. Don Mariano, puro en ristre, dejaba hacer a su “alegre muchachada”. La batalla del IVA acabó incluso pareciendo épica. Pero, sencillamente,  fue sobre todo lamentable.

Ya pueden esforzarse la vicepresidenta y portavoz Soraya Sáenz de Santamaría. Ya pueden hacerlo el Sr. Guindos –el de Lehman Brothers, todos al suelo, que viene la crisis- y el tal Montoro, don Cristóbal. Ni economía ni política. Estamos ante  lo que, se mire como se mire, es el timo de la estampita elevado a su máxima potencia. El timo de los votos. Prometió el PP a los españoles el oro, el moro y el señor de Puerto Rico.

La crisis –amigos- la resolveremos nosotros en un santiamén. Tened un poco de paciencia. Se irá Zapatero y Rajoy nos devolverá enseguida ala bonanza. Yahí la tienen: rebosando tijeretazos, recortes, congelaciones  y, eso sí, ofreciendo un uno por ciento de incremento de las pensiones. Una mofa más de don Mariano.