Traslado a Washington
O sea, que esta historia tenebrosa no es una cuestión actual, repentina y, por ello, sorprendente. No es que el suegro, Juan Carlos I, se haya enterado este otoño del año 2011. Es que todo parece indicar que el Rey de España estaba bastante al corriente de semejante affaire, al menos desde unos cuantos años atrás. ¿Tuvo algo que ver el veloz traslado de la familia Urdangarin Borbón a Washington con lo que le está cayendo de forma irrefrenable a la Monarquía?
Los pies en polvorosa
Si, como a la vista de los nada limpios negocios del duque, da la impresión de que se fueron a la capital de EEUU, tratando de poner los pies en polvorosa, la cosa se le complica más y más al monarca y, por supuesto, al Príncipe Felipe, el heredero de la Corona, que debe ir diciendo públicamente, aunque con otras palabras, que su Fundación de Girona es más limpia que una patena.
La foto navideña
Mientras tanto, los errores o las meteduras de pata, se multiplican deliberada o indeliberadamente. Repiten desde la Zarzuela que el comportamiento de Urdangarin no es “ejemplar”, que es un episodio “privado” y que ha sido apartado, por tanto, de la familia real, y va y difunden urbi et orbe la foto navideña como si aquí no hubiera pasado nada.
El Príncipe Felipe
Y, en cambio, están pasando muchísimas cosas y pueden todavía pasar muchas más. Como no espabilen el Rey y, en paralelo, el Príncipe Felipe, que es el principal perjudicado de semejante escándalo, lo que, por desgracia, no pudo lograr del todo don Manuel Azaña lo puede conseguir un sinvergüenza llamado Urdangarin. Esto es: acabar con la Monarquía
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM