Según El Mundo, que por los detalles publicados este domingo muestra estar prolijamente informado por la Casa del Rey, Don Felipe “se quedó anonadado al conocer que el marido de su hermana había cobrado 300.000 euros (la cifra fue finalmente mucho mayor: 750.000) por mejorar la imagen de la SGAE”. El diario de Pedro J. Ramírez ha ido acompañando cada información sobre los negocios del duque de Palma en las últimas semanas con duros editoriales en los que ha exigido una respuesta contundente por parte de la Zarzuela.

El anuncio de la Casa Real
En la fiesta de La Almudena, el Príncipe habría planeado la operación para desmarcar a Urdangarin de la Familia Real, que llegó con el anuncio en una comparecencia ante los medios del portavoz de la Casa Real, en la que calificó de “no ejemplar” las actividades del duque y anunció que quedaba apartado de todas las actividades de la Zarzuela. El diario cita como fuente a “un significado miembro de la Casa del Rey” que describe al marido de la infanta Cristina como una persona que “jamás tuvo clara la misión histórica y menos aún el sentido institucional de la Corona”, que “nunca se integró, siempre iba a lo suyo, además de ser un pelín estirado”.

Reuniones de Don Felipe con Ferraz y Génova
El Príncipe se habría reunido con dirigentes de la cúpula del PSOE, como Rubalcaba, y del PP, como Rajoy y Cospedal, para pedirles “sentido de Estado”. También lo ha habría hecho con destacados periodistas, según asegura el diario de Pedro J.

Honestidad y transparencia
Una evidencia de que Don Felipe ha tomado el timón en tan delicado asunto ha sido su discurso en un acto de la Fundación Príncipe de Girona, cuando lanzó el mensaje de que “se trata de una fundación joven, pero movida por la ambición honesta y transparente”. Fue una indirecta al duque por sus dos fundaciones, el Instituto Nóos y la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), ambas en apariencia sin ánimo de lucro, pero con un evidente carácter mercantilista, con las que se aseguró millonarios ingresos.