Según revela el diario El Mundo, Urdangarin y su socio, Diego Torres, imputado en este caso, crearon la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), después de que el duque de Lugo abandonara el Instituto Nóos en 2006, con el objetivo de desviar fondos a paraísos fiscales. La Fundación, según sus estatutos fundacionales, pretende "impulsar el uso de la cultura y el deporte como herrmientas de integración social" y, con esta excusa, organizaron cursos de vela, talleres de vela, balonmano y otras actividades. Estas actividades iban dirigidas a niños discapacitados físicos y síquicos y a enfermos de cáncer.

Tres compañías interconectadas entre sí
En Belice, considerado un paraíso fiscal, crearon la matriz de esta compañía, bajo la denominación Blossom Hill Assets Inc . Paralelamente inscribieron en Middlesex, Londres, una firma bautizada como De Goes y una tercera en España. Las tres firmas compartían el mismo objeto social y estaban interconectadas entre sí. Los investigadores han descubierto operaciones financieras cruzadas y, además, que la contabilidad de la sociedad londinense se llevaba a cabo desde las propias instalaciones de la Fundación. Al menos 650.000 euros fueron transferidos fuera de España.

Sorribas, el hombre de confianza de la infanta y el duque
Urdangarin y Torres incribieron el 99% de las acciones de esta empresa tapadera a nombre del FDCIS. El 1% restante de pertenece a Mario Sorribas, amigo íntimo de Urdangarin y Torres y apoderado de la sociedad Aizoon, la empresa que comparte el duque de Palma al 50% con su esposa, la Infanta Cristina. Sorribas era el administrador oficial de De Goes. También tenía encomendada la relación con los medios de comunicación en el Instituto Nóos. Un hombre de máxima confianza de Urdangarin y la infanta Cristina, a los que han otorgado plenos poderes en sus negocios familiares, siempres según la información de El Mundo.

Ayudar a colectivos desfavorecidos
FDCIS, que al igual que el Instituto Nóos es sin ánimo de lucro, ya ha sido registrada por orden del juez José Castro en el marco de la denominada operación Babel. Su objeto social declarado es “impulsar el uso de la cultura y el deporte como herramientas de integración social”. En sus estatutos se expresa:  “Queremos realizar una contribución a la mejora de la sociedad mostrando cómo la cultura y el deporte pueden ser magníficos instrumentos para lograr la integración social de colectivos desfavorecidos”.