Si esa cifra se compara con los más de 60.000 millones de euros que los bancos y cajas españoles llevan dedicados ya a sanear sus carteras inmobiliarias es casi irrisoria, pero nada más abrir los mercados tras el anuncio del primer ministro griego, Yorgos Papandreu, de convocar un referéndum de ratificación del plan de rescate europeo, las cotizaciones de la banca española han caído en picado.

Caídas en la banca española
Al término de la sesión de ayer, BBVA y Santander, con caídas superiores del 3,99% y 4,76%, respectivamente, vieron desaparecer una parte sustancial de la subida que tuvieron la semana pasada tras el anuncio del acuerdo de recapitalización y el pacto con Grecia de la Cumbre de la UE, aunque el retroceso fue mayor para el Santander. A Caixabank, Bankia y Popular, los otros tres grandes, les iba incluso peor, y se habían comido ya toda la subida de la semana anterior.

Las bolsas de Italia, Francia y Alemania
Tras varias oscilaciones, al final de la jornada bursátil, parece que en los mercados hubo una chispa de cordura y las bolsas de Italia, Francia y Alemania cayeron más que la española. La de Italia, porque es el país que está en primera línea de fuego si cae Grecia, y las de Francia y Alemania porque sus sistemas bancarios son los más expuestos a la deuda griega.

El problema para España
En cuanto a España, los analistas achacan los drásticos recortes a la posibilidad cada vez más real de que Grecia acabe por quebrar y arrastre tras de sí a una parte importante del sistema financiero europeo. El problema, según los expertos es que si los grandes bancos alemanes y franceses sufren un impacto que les haga tambalearse, toda la banca europea sufrirá el terremoto y, además, la quiebra de Grecia pondría en el disparadero la deuda soberana de Italia y España, donde los bancos españoles sí tienen más riesgo asumido.

El referéndum es injusto
Este análisis va a ser muy difícil de cambiar mientras no haya un gran acuerdo europeo que ponga a salvo los pactos de las trifulcas políticas internas de cada uno de los socios. Rainer Bruederle, el líder parlamentario de los Demócratas Liberales, socios de Gobierno con Merkel en Alemania mostraba su irritación con un mensaje claro: “Otros países europeos están haciendo grandes sacrificios por décadas de mala gestión de los gobiernos griegos, este anuncio (el referéndum) es injusto”. Y añadía después que “Europa debe prepararse para la quiebra griega”.

La contrapartida
Y es que los recortes de los gastos estatales griegos y el nuevo plan de austeridad contemplado en el acuerdo de la pasada semana son la contrapartida de Grecia a cambio de un segundo paquete de ayudas europeas y del FMI por valor de 110.000 millones de euros, además del perdón del 50% de su deuda pública para que el país sea viable económicamente.

El principal partido de la oposición, en contra
De fronteras hacia adentro, Antonis Samaras, el presidente de Nueva Democracia, el principal partido de la oposición en Grecia, se ha opuesto tajantemente a la posibilidad de la convocatoria del referéndum, alegando que esta consulta lo que pondría de verdad en cuestión es la permanencia misma de Grecia a la eurozona. Y desde un lugar tan distante como euroescéptico como Finlandia se abogaba por una salida de Grecia de la moneda común.

Tres meses de incertidumbre
Según aseguran los analistas, los plazos que parece tener marcados el primer ministro griego son una cuestión de confianza casi inmediata en el Parlamento, seguida –si la gana- de un referéndum en enero. Eso llevaría a tres meses más de incertidumbres en los mercados que el resto de los líderes europeos no parecen muy dispuestos a aceptar justo después de haber puesto deberes muy duros a sus propios sistemas bancarios, y mucho menos después de que la agencia estadounidense MG Global haya quebrado el lunes, entre otras causas, por su exposición a la deuda de países de la zona euro.

Reunión de Merkel, Sarkozy y  Papandreu
De momento, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reúnen hoy con el primer ministro griego en la ciudad francesa de Cannes para tratar de reconducir la crisis. En esta misma ciudad del sur de Francia se reúnen mañana y pasado los líderes del G20, cumbre a la que España vuelve a asistir como invitada. Y el jueves celebra reunión el consejo del Banco Central Europeo (BCE) con nuevo presidente, el italiano Mario Draghi. Los expertos no esperan grandes cosas de ninguna de las dos reuniones y apuestan porque el flamante presidente del BCE deje para otra reunión una bajada de tipos de interés que aliviaría un poco a los mercados y a los bancos.