Frente a Gómez Borrero, que defendió que la Iglesia de Benedicto XI es de “misericordia y de perdón”, Iglesias recordó que la “gran trastienda de la JMJ” está dirigida por el Opus Dei. “A mí el espectáculo de los 200 confesionarios me parece un show ridículo. El dinero que se han gastado (en los confesionarios instalados en el parque del Retiro) deberían dárselo a los pobres y a la gente que no tiene nada que comer”, afirmó.

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“Abducido por Rouco”
Tras definirse como una persona católica y practicante, Iglesias también lamentó que Benedicto XVI haya pasado de ser un “teólogo progresista” y un “gran intelectual con altura de miras”, a ser “abducido por Monseñor Rouco Varela para representar al sector más integrista de la Iglesia”.

“Fiesta fin de curso”
Ya en la mesa debate, María Antonia Iglesias volvió a lamentar que muchos católicos se hayan entregado a “este espectáculo infantil, de fiesta de fin de curso, con los niños disfrazados de guardia suiza”. A su entender, la JMJ se ha convertido en un acto “esperpéntico” que se produce en un momento en que los templos están vacíos.

Rojo contra los manifestantes
Por su parte, Alfonso Rojo prefirió centrarse en las manifestaciones que ateos, laicos, agnósticos, cristianos de base, gais e indignados celebraron contra la financiación pública del viaje del Papa. Rojo calificó de disparate esta concentración, al igual que lo sería manifestarse contra el orgullo gay el 2 de julio en el barrio de Chueca o frente a la mezquita de la M-30 cuando acabe el Ramadán.

Acusaciones de Durán
Isabel Durán también se mostró muy dura contra los manifestantes laicos, a los que definió como personas “intolerantes” que han “agredido” y “pateado” a los peregrinos. A su entender, los manifestantes desprenden un “odio” que so contrapone con “la felicidad” y “alegría” de los voluntarios y participantes de la JMJ.

Recuerdan a Franco
Por último, Jorge Restringe comparó la Jornada Mundial de la Juventud con aquellas “Semanas Santas de los años 40” en los que la Iglesia aplaudía a “Francisco Franco, caudillo de España por la gracia de Dios”.

Ni las ratas
Igual de tajante se mostró María Antonia Iglesias: “Si ante toda esta parafernalia que han montado apareciera Jesucristo, no quedaban ni las ratas. Salían todos corriendo. ¿Qué tiene que ver toda esta parafernalia con la pobreza, la humildad y la sencillez de Jesucristo?”, preguntó la periodista.

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