Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M. Afectados por el Terrorismo, le replicó de inmediato, según la versión del diario Público. Manjón declaró: [Sostener que Bin Laden no reconoció el atentado] “significa tener una amnesia absoluta. Al Zawahiri reivindicó, como número 2 de Al Qaeda, los atentados del 11-M y Bin Laden, con la bandera de España detrás, dijo en un vídeo de Al Jazeera que, por culpa de la guerra de Irak, “sufrirían los infieles”. Hay que ser serios, aunque estemos en campaña”. Aguirre ignora además –o quiere ignorar- que Al Qaeda funciona con grupos del islamismo violento a modo de franquicias

La perorata de la lideresa
Pero Aguirre lo que en realidad estaba intentando con su perorata era otra cosa. Por ejemplo, hacer méritos ante José María Aznar, al que dirigió en buena parte Al Zawahiri su amenaza “por culpa de la guerra de Irak”. También cumplió la lideresa echándole un capote más a su amigo y gurú Pedro J. Ramírez, director de El Mundo y principal apóstol de la conspiración sobre la masacre del 11 de marzo de 2004. El editorial de ayer, 3 de mayo, no lo desaprovechó Ramírez, que no da puntada sin hilo; sea verdad o no la puntada y hasta el hilo.

El 11-M “sin esclarecer”
Esto podía leerse en el citado editorial: “La muerte de Bin Laden ha sido acogida con satisfacción general en todo el mundo. A esas reacciones (…) Rubalcaba y la portavoz socialista Elena Valenciano le han puesto una nota interesada uniendo el nombre del terrorista a los atentados del 11-M. No existe ninguna prueba de la intervención de Al Qaeda en los atentados de Madrid (…) Y nada aporta que Hillary Clinton le endosara también a Bin Laden esta masacre sin esclarecer”. Sólo a Ramírez, rey del amarillismo –aunque haya en la caverna mediática otros émulos no tan brillantes como él de William Randolph Hearst o Ciudadano Kane-, se le ocurre ningunear a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, a la cual -en el peor de los supuestos- habría que otorgarle, al menos, el beneficio de la duda respecto a Bin Laden y el 11-M.

Una cornada más
Y lo que afirma Ramírez de que “esta masacre [está] sin esclarecer” es simplemente una cornada más de los periodistas conspiradores –afines al PP mayoritariamente- contra el Estado de Derecho y, en este asunto, el trabajo del juez Javier Gómez Bermúdez, caído en desgracia de Ramírez y su alegre muchachada, por haber presidido el juicio del 11-M. Y es que ese juicio, para los conspiradores, no existió o bien –según aseguran- se montó deliberadamente un confuso paripé con el fin de que ETA no pudiera darle la razón al PP.

De puntillas
El Mundo, por otra parte, pasa de puntillas por el hecho de que Bin Laden no hubiera sido detenido y sí matado in situ. Pedro J. Ramírez, el durísimo látigo contra el Gobierno de Felipe González por los GAL, se ha sacado de la manga una “guerra autorizada” por el presidente Barack Obama de acuerdo con la legislación vigente en EEUU. De modo que Ramírez absuelve a la Casa Blanca de actuación extrajudicial o de terrorismo de Estado al asesinar a Bin Laden. Y proclama que ese aval del que dispone Obama no lo tenía el Gobierno español “en tiempos de los GAL”.

Excelente artículo
Miguel Ángel Aguilar publicó ayer en El País un excelente artículo, como todos los suyos que termina con un oportuno y lúcido interrogante: ¿Imaginan qué dirían quienes aquí estos días aplauden al comando de EEU si fuera nuestro? Queda una vez más demostrado que el trío Aznar, Álvarez Cascos y Ramírez, con la impagable colaboración –todo hay que decirlo- del entonces despechado juez Garzón utilizaron los GAL no por una cuestión ética, sino únicamente para acabar de hundir al Ejecutivo socialista.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM