“Estaba sentado en un bar, con un milico, un teniente coronel del CESID, en una terraza de la Castellana. En ese momento transcurrían las manifestaciones, rumbo a la Puerta del Sol, por el secuestro de Miguel Angel Blanco. El milico me comentó: si esta gente supiera lo que estamos haciendo ahora, nos cuelga de la farola”. Con Miguel Angel Blanco secuestrado, por tanto, el CESID bajo las órdenes del gobierno Aznar, tanteaba a un antiguo guerrillero tupamaro para abrir una negociación con ETA Así contaba en Montevideo Fernández Huidobro a ABC en 2005 sus recuerdos de cómo le encargaron aquella mediación.

“El resultado fue una mesa de negociación”
Según él contó, la negociación se había iniciado antes. Cuando en noviembre de 1996 los Reyes iban a visitar Uruguay. Entonces se les acercaron los miembros del Servicio de Inteligencia española y les preguntaron si “con los de la ETA, íbamos a matar al Rey de España. -Están locos!, les dije, ¿Con los de la ETA?, porque entonces aquí había vascos. Organizamos una reunión y les convencimos de que esa información era una barbaridad”. Pero según recordaba Fernández Huidobro, hubo más: “Tiempillo después, esa misma gente vino y nos dijo si éramos capaces de acercarnos a ETA y llevarles un mensaje. Nos dio mucho trabajo pero lo hicimos. No teníamos ningún argumento para negarnos. Se trataba de evitar derramamiento de sangre y terminar con un conflicto en España”.

Al final, contaba hace seis años el senador uruguayo, “la paz en España sigue siendo un sueño, pero el resultado fue que se instaló una mesa de negociación”. Se refiere Fernández Huidobro al hablar de esta mesa de negociación, claro, a la que se estableció en Zúrich en 1999, entre representantes del gobierno de Aznar –gente de su gabinete y de Interior- y la banda ETA, con la intermediación del obispo de Bilbao.

Dos horas y media de charla para conocer las intenciones de ETA
Rajoy ha insistido en las últimas horas en negar esa negociación. Lo ha hecho rodeado por el propio Aznar, y por los otros ministros del Interior, junto a él mismo, de los gobiernos del PP, Mayor Oreja y Ángel Acebes. “Los 3 enviados del Gobierno se reunieron dos horas y media con ETA para saber cuáles eran sus intenciones cuando declararon la tregua”. Sólo para eso, dijo Rajoy. La negativa la desenmascaran no sólo relatos como el del senador  Fernández Huidobro, sino también una serie de hechos comprobables.., e incontestables.

Aznar, el 3 de noviembre de 1998 anunció que el gobierno autorizaba contactos con “el entorno del Movimiento Vasco de Liberación”. El resultado fue que entre ese momento y septiembre de 1999 se permitió el regreso a España de 304 personas vinculadas a ETA y se procedió a trasladar a cárceles del País Vasco o de Comunidades cercanas a 120 presos etarras, un buen número de los cuales estaban en Canarias, Ceuta, Melilla o Baleares. Desgraciadamente, la relajación de la presión sobre la banda permitió que ETA introdujera en España 5 comandos que luego cometieron actos terroristas.